La Cabaña del Turmo es un refugio de pastores y cobijo para montañeros y cazadores se ubica en el Valle de Estós, en el Parque Natural de Posets-Maladeta del Pirineo Aragonés.
Todo empezaba con un “Hola, chata, ¿cómo estas?” un 20 de abril del 90. En la carta, los Celtas Cortos echaban la vista atrás y tiraban de nostalgia: “¿Recuerdas aquella noche en la cabaña del Turmo? Las risas que nos hacíamos antes todos juntos. Hoy no queda casi nadie de los de antes y los que hay han cambiado”. Hoy, 20 de abril, han pasado unos cuantos años desde esos 90 pero la canción del grupo vallisoletano de rock sigue con más vigencia que nunca. Sobre todo, porque esa Cabaña del Turmo está en Aragón.
Lugar de refugio para los pastores que cuidan el ganado en el valle de Estós (Benasque) y cobijo para montañeros y cazadores, la Cabaña del Turmo se ubica en el Parque Natural Posets-Maladeta del Pirineo aragonés. Se trata de un lugar casi de culto que recibe centenares de visitas y que se restauró en 2017 con una campaña de micromecenazgo que posibilitó que tuviese agua caliente, electricidad e internet. De hecho, el grupo volvió hace cuatro años al lugar para rememorar la mítica canción grabando un videoclip de ese “20 de abril” de 1991.
CÓMO LLEGAR A LA CABAÑA DEL TURMO
La cabaña se encuentra rodeada de picos de unos 2.000 metros de altura en el valle de Estós y para llegar hasta ella se puede hacer una bonita ruta por el Pirineo aragonés sin demasiada dificultad pero con algo de desnivel y una duración de tres horas (solo la ida).
A través de esta ruta se puede conocer el valle de Estós, las gorgas de los Galantes y acabar en la Cabaña del Turmo, para ver este icónico refugio. Basta con acudir al parking del valle de Estós para empezar una ruta lineal en la que hay diferentes paradas como el embalse o la cabaña de Santa Ana. Es una ruta sin dificultad en la que tan solo habrá que seguir la señalización del valle de Estós para llegar.
Las gorgas de los Galantes es uno de los barrancos más impresionantes del Pirineo con un paisaje que se puede admirar desde un mirador interior u otro exterior. Continuando la ruta se llega a la Cabaña del Turmo, lugar frecuentado que con casi total seguridad estará lleno de turistas buscando inmortalizar el momento. El final de la ruta es el refugio de Estós.
Fuente: Aragón Digital