‘Celtas Cortos’ es un grupo de rock con una personalidad muy marcada que se convirtió en un referente musical durante la década de los 90. El 27 de mayo visitará la capital salmantina para actuar en el Iberia Festival, en el Espacio Más.

¿Cómo nació ‘Celtas Cortos’?

—Esto fue en el año 1986, aunque dos años antes la mitad de nosotros ya estábamos funcionando. Éramos estudiantes de Secundaria y por entonces era una actividad extra escolar. Nos juntábamos por la tarde y formamos un colectivo de música del instituto y del barrio. En el 86, que ya estábamos terminando en el instituto, nos juntamos con algunos más y de ahí nació ‘Celtas Cortos’.

¿Por qué bautizaron así al grupo?

—Había un tabaco que se llamaba ‘Celtas’. Era muy popular porque era muy barato, lo fumaba la gente muy mayor y los chavales. Era un tabaco sin filtro y muy cortito. Nos hizo gracia el nombre y con el tema de la música celta que tocamos, era un buen juego de palabras. Además, era la marca que fumaba nuestro batería, se le ocurrió a él el nombre a partir de una lluvia de ideas.

¿Hay algún tema del que se sientan especialmente orgullosos y satisfechos?

—Es una pregunta muy difícil… Estamos hablando de quince discos y muchísimas canciones. Es muy complicado quedarse con una pero bueno, sí que hay algunos temas que hablan un poco más de nuestras vivencias y a los que podemos tener algo más de cariño, como ‘Retales de una vida’ o ‘República de Sanjes’, que habla del autobús donde viajábamos por entonces. Y cómo no, es evidente que el ‘20 de abril’ es la bandera más alta, la que conoce todo el mundo, aunque es verdad que hemos tenido diez números 1 en los años 90 en 40 Principales. Hay muchas canciones que ya forman parte de la banda sonora de las vidas de la gente y para nosotros compartirlo es un orgullo.

¿Y alguna canción con la que no hayan quedado a gusto?

—No, la verdad es que no. En general siempre hemos quedado satisfechos con todo lo que hemos hecho. Siempre hemos hecho lo que hemos querido, nunca ha habido ningún problema ni por parte de discográficas ni ningún tipo de censura.

¿Entonces nunca les ha afectado ningún tipo de censura?

—A nivel de composiciones y de sacar discos, no. Sí que es verdad que el único episodio que tuvimos relacionado con la censura fue con el tema ‘Haz turismo’, una de nuestras primeras canciones. Hablaba en contra del militarismo americano, de la prepotencia de Estados Unidos y de cómo invadían los países. Justo fue cuando estaba ocurriendo la Primera Guerra del Golfo y ese tema, que iba a ser single en los 40 Principales, lo echaron para atrás porque parecía que meterse con los americanos podía ser delicado en aquel momento. Nos pareció un poco absurdo, pero bueno. Supongo que habrá más cosas que nunca nos han llegado. A lo mejor algunos ayuntamientos no nos ven con buenos ojos por nuestra ideología pero creo que la música debe estar en todos los sitios y nosotros tampoco somos activistas en nada. Te puedo decir que hemos tocado con ayuntamientos de todos los colores.

Son un grupo que une a todas las generaciones, ¿cómo lo han conseguido?

—Bueno, es verdad que ahora mismo nos cuesta un poco más llegar a la gente joven, pero sobre todo en directo, cuando la gente nos ve y a lo mejor solo nos conoce de oídas, se sienten atraídos porque al final es un show divertido, es una música de fusión que atrae. Captamos mucho tipo de público por la fusión de estilos y por el directo, que creo que es nuestro punto fuerte. Tenemos mucha suerte en ese sentido.

¿Cómo llevan el tema de los fans?

—Nosotros ya no tenemos tanto tirón. Quizás en los 90 era más exagerado. Ahora todo es muy llevadero, no tenemos demasiado jaleo en ese sentido y creo, desde mi punto de vista, que somos gente normal y no creo que nadie nunca haya tenido ningún problema en acercarse a nosotros. Pero bueno, no es algo agobiante. Antes todo era un poco más loco.

¿Qué opinan de la música actual? ¿Les gusta el reguetón?

—Bueno, el reguetón va a cumplir 20 años ya, así que no diría que es actualidad. Es algo que se ha ‘enquistado’, me parece que es siempre lo mismo, es exagerado. Yo te aseguro que estoy abierto a todo y entiendo también que a la gente le guste tipos de música diferentes, lo que pasa es que es verdad que el reguetón ya cansa un poco. Me parece abusivo. En la radio debería haber espacio para más cosas que tienen un hueco muy pequeño. Es lo único que pido, por lo demás, yo no tengo ningún problema, mi hija escucha reguetón y le gusta y yo no le voy a decir nada. Al final, la música es para disfrutarla y ya está

¿Cómo definirían su estilo musical?

—Yo lo definiría como rock fusión. Es verdad que nuestros instrumentos nos dan mucha personalidad. La base es puramente rock: batería, bajo y guitarra eléctrica, pero también tenemos a otras tres personas que tocan flauta, violín, gaitas… y eso le da el timbre característico a nuestra música. Esa es la fusión. Siempre que nos enfrentamos a hacer cosas nuevas nos apetece investigar, y en nuestro estilo caben muchos sub estilos. Hemos ‘picoteado’ de muchos estilos y a mí me encanta, creo que es muy enriquecedor, no repetir siempre lo mismo. En nuestro caso, la instrumentación nos define mucho.

¿Creen que el formato de venta de música en físico sigue funcionando?

—No. Rotundamente no. Habrá alguna excepción pero es muy raro. No funciona, y eso no quiere decir que gente como nosotros no siga haciéndolo. Nosotros necesitamos sacar discos para nuestro chiringuito de merchandising. Pero lo hacemos por puro romanticismo casi

¿Qué mensaje les gustaría transmitir a los jóvenes músicos?

—Yo creo que al final la base de esto es creer mucho en lo que haces y tener mucha paciencia. Sobre todo, intentar que tus creaciones aporten algo nuevo. Todos tenemos influencias, evidentemente, pero siempre hay que intentar darle vueltas a la cabeza, porque la música es infinita. Hay que darle un punto de originalidad porque así vas a conseguir llamar la atención en este mundo de Internet, en el que es tan difícil y a la vez tan importante destacar.

¿Tienen ganas de actuar en Salamanca? Jesús Cifuentes está vinculado a Mieza, en las Arribes…

—Sí, su familia es de allí. Y sí, tenemos ganas. Nosotros en Castilla y León, por desgracia, no es el lugar donde más hemos tocado. Todos somos de Valladolid pero yo vengo de un pueblo de Soria. Al final supongo que la tierra me tira. Estamos encantadísimos, ya hemos ido muchas veces a Salamanca y aún recuerdo los conciertos en la Plaza Mayor, con un público muy caluroso.