Celtas Cortos fueron los elegidos para poner la nota musical de la noche de San Juan. Pasadas las 00.00 horas se subirán al escenario de la explanada de Riazor, en lo que, en palabras de Goyo Yeves, uno de los fundadores de la banda, será “una fiesta, para que todos conecten con nosotros”.
¿Qué se podrá esperar el público?
Hace tiempo que no estamos en Coruña. Tenemos muchas ganas y ya nos han dicho que es un día muy especial. Estamos encantados y emocionados. Lo que estamos haciendo este año es una recopilación de los temas más emblemáticos, los que la gente tiene en su memoria, creo que están casi todos, a lo mejor se quede alguno (ríe) porque es difícil hacer un repertorio teniendo en cuenta nuestra trayectoria. Iremos salteando con algún instrumental, nuestra seña de identidad. También habrá alguna pinceladita de cosas que estamos preparando.
Tiene que ser complicado decidir con una trayectoria de 40 años.
Ya te digo (ríe). Intentamos cambiar el repertorio cada dos años. Nos juntamos como siempre para ver que es lo que funciona y los que llevamos tiempo sin hacer. Es complicado, menos el 50% que consideramos obligado, con el otro 50% sí que vamos jugando más.
¿Y cómo valora estos 40 años?
Siempre lo digo, es un sueño hecho realidad. Éramos unos chavales de instituto de un barrio de Valladolid que éramos amigos, toqueteábamos algún instrumento y nos juntábamos las tardes para tocar. Todo eso cuajó, seguimos juntos y pudimos grabar un disco instrumental. Luego, poco a poco, fueron saliendo las cosas, en cuanto empezamos a cantar alguna canción, tuvimos la fortuna de salir en las radios, de ser número 1 en los 90… echando la vista atrás, han pasado muchas cosas, pero siento que seguimos en esa dinámica de querer hacer cosas, de ilusión y con ese poso de amistad y buen entendimiento entre nosotros. Ahora mismo disfrutamos como siempre, es un privilegio, pero con ganas de cosas nuevas, la creatividad siempre está presente y las ganas de contar cosas nuevas también. Un orgullo estar tanto tiempo juntos y sentir que la gente te quiere.
Precisamente, la gente sigue ahí, pero van entrando nuevas generaciones.
Sin duda, sentimos esa renovación, ese boca a boca de padres a hijos, que es lo que nos toca (ríe). Nos están programando en muchos festivales, que es muy importante para captar a esa gente joven que ha oído hablar de ti, pero no te ha visto en directo. El directo es lo más importante. Pero eso no quiere decir que la gente de siempre no siga estando ahí, no se han cansado (ríe).
Hablaba de los éxitos en la radio, ¿cómo se han adaptado a las formas de hoy en día y al protagonismo de las plataformas digitales?
Todo ha cambiado, evidentemente. El tema de la radio, donde sonábamos, desde hace muchos años ha cambiado drásticamente y estar en las radiofórmulas es algo casi imposible. Pero hay otras fórmulas. Desde la crisis del disco, tienes que trabajar mucho las redes sociales, algo que intentamos potenciar pese a que venimos de otra generación. Alimentamos mucho también el tema video y, lo que te decía, tener una inercia importante de conciertos.
Son casi 40 años y no hace mucho Jesús (Cifuentes) decía algo así como que moriría con las botas puestas, ¿quedan Celtas Cortos para rato?
(Ríe) Pues tiene pinta. Cuando una formación desaparece porque no hay público que lo apoye, creo que será algo que se irá notando. Pero yo estoy flipando… cuando estuvimos en el ViñaRock estaba alucinando, había 20.000 personas, chavales jóvenes, cantando ‘La senda del tiempo’ y me preguntaba ‘¿cómo se la saben?’. Y en el resto de conciertos, la gente está ahí. Siempre tienes esa inseguridad de que un día se morirá esto, pero, de momento, no lo notamos. Por nosotros que no sea, ahí estaremos mientras nos aguanten. Estoy con Jesús, si nos tenemos que morir en el escenario, nada más bonito. Así que sí, hay Celtas Cortos para rato (ríe).
Via: El Ideal Gallego